María Zambrano. <Filosofía y Poesía>.
María Zambrano. <Filosofía y Poesía>. Ediciones de la Universidad de Alcalá de Henares/Fondo de Cultura Económica. Madrid. 1993. Biblioteca de Premios Cervantes.
Recensión de la obra a cargo de Carmen Revilla. Madrid, FCE, 2001 (4ª ed.) (1ª ed.: Morelia, México, Publicaciones de la Universidad Michoacana, 1939; también en Obras reunidas, Madrid, Aguilar, 1971).
Índice de la obra Filosofía y Poesía: A modo de Prólogo. 7. Pensamiento y Poesía. 13. Poesía y Ética. 27. Mística y Poesía. 47. Poesía y Metafísica. 73. Poesía. 101. Notas. 117.
María Zambrano tras explorar y contraponer los caminos de la Filosofía y la Poesía escribe: “En Platón el pensamiento, la violencia por la verdad, ha reñido tan tremenda batalla como la poesía; se siente su fragor en innumerables pasajes de sus diálogos, diálogos dramáticos donde luchan las ideas, y bajo ellas otras luchas aún mayores se adivinan. La mayor quizá es la de haberse decidido por la filosofía quien parecía haber nacido para la poesía. Y tan es así, que en cada diálogo pasa siquiera rozándola, comprobando su razón, su justicia, su fortaleza. Más también es ostensible que, en los pasajes más decisivos, cuando aparece agotado ya el camino de la dialéctica y como un más allá de las razones, irrumpe el mito poético. Así en la República (Libro VII, Mito de la Caverna), en el Banquete, en el Fedón… de tal manera que, al acabar de este último, el más sobrecogedor y dramático de todos, nos queda la duda acerca de la íntima verdad de Sócrates".
Según Platón la poesía es la mentira y vive en las "apariencias". Prosigue Zambrano: “Las palabras platónicas son terminantes. Existe una contradicción en el hombre entre lo que en su alma sigue a la razón y a la ley, y lo que es pasión. Y lo más irrenunciable para la poesía es el dolor y el sentimiento; por eso la poesía mantiene la memoria de nuestras desgracias". (…) "Amenaza para el gobierno de nuestra vida individual y para la ciudad ideal que se quiere establecer: “Y en el momento en que recibáis en ella -escribe Platón- a las musas voluptuosas, sean épicas, sean líricas, el placer y el dolor reinarán en vuestro Estado en vez de la ley y de la razón. La condenación es taxativa, no admite escapatoria. Porque la poesía va contra la justicia; es el agente de la destrucción. Llegado el momento de establecer la sociedad perfecta, Platón habla de formular con toda rigidez lo que ya estaba implícito en toda la Filosofía griega. Y añade que no es de ahora, que viene de muy antiguo la enemistad de la poesía con la filosofía y enumera alguno de los insultos y burlas lanzados descaradamente por la poesía a los filósofos. Pero no dice que estos poetas se dejaron llevar extremadamente, es decir, poéticamente, por algo que quizá ellos percibieron antes que los mismos filósofos: la condenación de la poesía que la filosofía comportaba en sus ideas fundamentales: ser, verdad, razón. La poesía quedaba al margen de todo eso y si todo eso triunfaba, traería consigo el menosprecio forzado de la poesía".
Para Zambrano: "Platón se encara nada menos que a Homero, el venerable, y le pide cuentas. Posee, dice, todos los saberes sin poseer en realidad ninguno. Y cuesta trabajo decir que Platón no supo hacer justicia al poeta. El poeta no sabe lo que dice y, sin embargo, tiene una conciencia, un género de conciencia… Y así, este género de conciencia propio del poeta también ha engendrado una ética del poeta que ya no es la ética (racional), hasta cierto punto, sosegada, segura del filósofo. Pues, al fin, el filósofo persigue la seguridad. Esta ética poética no es otra que la del martirio”. La relación entre poesía y metafísica (sin olvidar la mística) sirve a María Zambrano para revelarnos su impacto en la filosofía moderna y contemporánea, en especial, en Kierkegaard quien suscita una cuestión esencial entre Poesía y Persona: “En la angustia, decíamos -prosigue Zambrano-, se abre la persona. El <espíritu>, dice Kierkegaard; la <existencia>, Heidegger. Más ¿de qué modo? Si el poeta no sigue el camino de la filosofía, ¿quiere decir que la persona, el espíritu se ha abstenido? ¿Quiere decir que la poesía vendría de una époje de la persona? Más, ¿puede el hombre renunciar a ser persona?".