Werner Jaeger. <PAIDEIA: Los ideales de la cultura griega>.
Werner Jaeger. <PAIDEIA: Los ideales de la cultura griega>. Fondo de Cultura Económica. México. 1974. Traducción de los Libros I y II a cargo de Joaquín Xirau, y los libros III y IV de Wenceslao Flores.
Para Werner Jaeger: "El principio espiritual de los griegos no es el individualismo, sino el <humanismo>, para usar la palabra en su sentido clásico y originario. Humanismo viene de humanitas. Esta palabra tuvo, por lo menos desde el tiempo de Varrón y de Cicerón, al lado de la acepción vulgar de lo humanitario, que no nos afecta aquí, un segundo sentido más noble y riguroso. Significó la educación del hombre de acuerdo con la verdadera forma humana, con su auténtico ser". <Leer L. III>.
Índice general de la obra:
Libro I: <La primera Grecia>. Describe el concepto de areté en la educación de los grandes poetas Homero y Hesíodo, en Esparta y en el ideal político del ciudadano de Atenas. El pensamiento filosófico y el descubrimiento del cosmos. Crítica a la tiranía.
Libro II: <Culminación y crisis del espíritu Ático>. Estudia a todos los trágicos griegos: Esquilo, Sófocles y Eurípides. Los sofistas y la educación, el origen de la pedagogía y del ideal de la cultura. La comedia de Aristófanes y a Tucídides como pensador político.
Libro III: <En busca del centro divino>. El siglo IV y Sócrates educador. Platón y la posteridad y estudia el problema de la areté, los diálogos principales Protágoras, Gorgias. El educador como estadista. El Menón. El Simposio. La República y la reforma de la antigua Paideia. La educación en la mujer y el niño. El estado ideal y el hombre filósofo. República II. El modelo divino. La caverna y la imagen de la Paideia como conversión. República III. El valor educativo de la poesía. Paideia y escatología.
Libro IV: <El conflicto de los ideales de cultura en el siglo IV>. La medicina como Paideia. Isócrates y su ideal de cultura. La educación política. La educación del príncipe. Autoridad y libertad en la democracia. Isócrates defiende su Paideia. Jenofonte. El Fedro de Platón: filosofía y retórica. Platón y Dionisio: la tragedia de la Paideia. Las Leyes y la misión educativa del legislador. El espíritu de las leyes y la verdadera educación. La educación de los regentes y el conocimiento de Dios.
Recomiendo esta obra para todo educador que se precie de serlo. Yo calificaría de educador a Miguel de Cervantes que, tras su paso por la Grecia de Homero en la batalla de Lepanto (1571), vio de cerca la cultura griega puesto que su formación con el maestro López de Hoyos se centró más en autores latinos. Las múltiples referencias a poetas y filósofos griegos en sus obras, especialmente en El Quijote, nos hace pensar que los ideales de la cultura griega hicieron presa en el alma del escritor. Como dice Jaeger, en el capítulo, <Homero el educador>: "La poesía sólo puede ejercer esta acción si pone en vigor todas las fuerzas estéticas y éticas del hombre... El arte tiene un poder ilimitado de conversión espiritual". (...) Y, al hablar Jaeger de la función social y educadora del poeta, escribe: "Los mitos y las leyendas heroicas constituyen el tesoro inextinguible de ejemplos y modelos de la nación. De ellos saca su pensamiento, los ideales y normas para la vida. Prueba de la íntima conexión entre la épica y el mito es el hecho de que Homero use paradigmas míticos para todas las situaciones imaginables de la vida en que un hombre puede enfrentarse con otro para aconsejarle, advertirle, amonestarle, exhortarle, prohibirle u ordenarle algo". ¿No les suena nada a la vida de don Quijote y Sancho?
Otro de los grandes poetas que estudia Jaeger es Hesíodo, y hacemos hincapié en ello porque consideramos que el origen de la filosofía está en esta unidad originaria de la mitología, el arte, la educación y la poesía. La areté el concepto central de la Paideia, es equivalente al de virtud. Prosigue Jaeger: "Pero, entonces, ¿se puede enseñar la areté? Esta pregunta fundamental se halla al principio de toda ética y de toda educación. Hesíodo la suscita, apenas pronunciada la palabra areté: <Ciertamente, es el mejor de los hombres aquel que todo lo considera, y examina qué cosa será en último término lo justo. Bueno es también el que sabe seguir lo que otro rectamente le enseña. Sólo es inútil aquel que ni conoce por sí mismo ni toma en su corazón la doctrina de otro>. Un bello texto que recoge Aristóteles en su Ética a Nicómaco es un homenaje al valor del diálogo en la búsqueda de la verdad, la justicia y la solidaridad. Como dice Jaeger: "Estos versos han valido en la ética filosófica posterior como el primer fundamento de todo doctrina ética y pedagógica".
Según W. Jaeger al hablar de Sócrates educador: "El concepto decisivo para la historia de la paideia es el concepto socrático del fin de la vida. A través de él se ilumina de un modo nuevo la misión de toda educación; ésta no consiste en el desarrollo de ciertas capacidades ni en la transmisión de ciertos conocimientos; al menos, sólo puede considerarse ahora como medio y fase en el proceso educativo. La verdadera esencia de la educación consiste en poner al hombre en condiciones de alcanzar la verdadera meta de su vida. Se identifica con la aspiración socrática al conocimiento del bien, la frónesis". (...) “La suma y compendio de "todo lo que poseo" es para el hombre socrático la paideia: su forma interior de vida, su existencia espiritual, su cultura".
Por último, la idea platónica de filósofo, que analiza Jaeger sería el:"<Amante de la cultura>, designándose así la personalidad humana altamente cultivada. Platón se representa al filósofo como un hombre de gran memoria, de rápida percepción y afanoso saber... Es grande en todo, pero sin dejar de poseer por ello cierto encanto. Es un "amigo y pariente" de la verdad, de la justicia, de la valentía, del dominio de sí mismo... Su imagen de filósofo no corresponde al tipo de discípulo de los sofistas. El "intelectual", cuya característica es la tendencia que critica constantemente a otros, es implacablemente fustigado por Platón, que lo expulsa de su templo. Platón hace hincapié en la armonía de espíritu y carácter. Por eso, resumiendo todo lo anterior, llama a su filósofo, concisamente, el kaloskagathos, <el caballero>". ¿Tendrá que ver algo con el Ingenioso Caballero Don Quijote de la Mancha de Miguel de Cervantes en la segunda parte que nos habla de la virtud de justo medio, la areté de la ética aristotélica?