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  • José María Callejas Berdonés

Cervantes y el Barroco. Marcel Bataillon. Curso de 14 lecciones en el Collège de France.

Espléndida edición de Angela Guidi, traducida por Julián Mateo Ballorca, y publicada por la Junta de Castilla y León. Consejería de Cultura y Turismo. 2014. Claude y Gilles Bataillon agradecen a Carlos Ossola el rescate del texto original de este curso (1952-3) del gran hispanista francés Marcel Bataillon (Dijon,1895-París,1977), autor de Erasmo y España (1950), entre otras obras. M. Bataillon era un lector meticuloso y agudo nos dice Angela Guidi, la obra ofrece un diálogo "desde dentro" con las obras que transmite al lector la dimensión "científica y afectiva" de su singularidad.


Destacaré los textos claves de las lecciones con breves comentarios personales. Lección I.- Cervantes y el Barroco. Marcel Bataillon hace un brillante recorrido histórico de la palabra "barroco" para esclarecer su significado real y ver si se puede aplicar a Cervantes el proceso de barroquización al que le sometieron numerosos eruditos como Wölffin, Rodríguez Marín o Casalduero. Hay otro cervantismo en obras como, El pensamiento de Cervantes de Américo Castro, o La Galatea y las dos partes del Quijote de Mario Casella, que trataban <de sacar a la luz una ideología cervantina, a la vez ideología literaria o estética, e ideología referida a la moral e incluso a la metafísica... después de Castro -prosigue Bataillon-, intenté precisar la ideología cervantina en relación con el movimiento erasmista>. De modo especial Bataillon hace una dura critica del sentido barroquizante que da Joaquín Casalduero a la obra literaria de Cervantes que en lo enmarca en el espíritu propio de la Contrarreforma.

Lección 2.- El Barroco y el espíritu de la Contrarreforma. En su lúcido análisis histórico de la Contrarreforma en Europa Bataillon, que contrasta sus ideas con las de Hatzfeld -otro que barroquiza a Cervantes-, y la batalla contra el luteranismo, escribe: <Pues el barroco, que es el alma de toda una época, y que ha reinado en numerosas naciones, tiene el privilegio de ser a la vez el alma de una nación que dio a la Contrarreforma su verdadero inspirador: Ignacio de Loyola>. Bataillon luego cita a Hatzfeld: <La verdadera expresión del Barroco no está en las formas exageradas decadentes, sino en su clásica perfección, tal como se muestra en las obras maestras que se producen no sólo desde Tintoretto a Velázquez y Poussin sino desde Torcuato Tasso a Cervantes y Racine>. El concepto de barroco es multidisciplinar.


Para Bataillon: <Si el Barroco tiene que ser explicado a la vez como estilo católico y como estilo Renacimiento, ¿por qué no habíamos de buscar su inspiración en un sentimiento de la fe y de la Iglesia?, sentimiento que sería bastante fácil vincular con el del humanismo cristiano que establece la continuidad ente el pleno Renacimiento y el Renacimiento tardío llamado barroco. Tal como es presentado por un Pico de la Mirandola, e igualmente por Erasmo, el pensamiento grecolatino, y en Pico también el pensamiento judío, alcanzarán su pleno desarrollo en el cristianismo, en lo que Erasmo llama "Philosophia Christi", la Sabiduría de Cristo>. Todo este ámbito histórico y cultural influye en la creación literaria de Miguel de Cervantes.


Lección3.- El estilo "Concilio de Trento" interpretado por Fray José de Sigüenza. Aquí Bataillon se centra la cuestión del arte arquitectónico: <Para percibir más claramente las tendencias estilísticas dominantes entre la élite en la época de Cervantes, nos hemos propuesto analizar la estética de El Escorial, el monumento más grandioso del estilo "Concilio de Trento" en España, tomando como guía a un coetáneo, un testigo, un consejero de la edificación del Escorial, Fray José de Sigüenza, un español más capacitado que nadie para sentir la belleza plástica y literaria. Salta a la vista que este fraile jerónimo es a la vez un hombre de la Contrarreforma y un hombre del Renacimiento>.

Marcel Bataillon recoge tres palabras claves de Sigüenza: unidad, correspondencia y proporción. Y destaca su idea de que: <la simetría es el alma de la arquitectura, porque es, evidentemente, la correspondencia más inmediatamente sensible a los ojos y el alma. Recojo también otra expresión -prosigue Bataillon-, porque arroja un puente entre la crítica del arte y la crítica literaria. Es "guardar decoro", respetar las exigencias de un conjunto determinado. En su famoso Diálogo sobre la lengua, Juan de Valdés, el humanista español que pasó a Nápoles, discute el valor de las primeras obras importantes de la novela y el teatro español aplicando este criterio: la obra es buena en la medida que el autor respeta la conveniencia, la verosimilitud interna de los personajes: "guarda decoro". Tras otras espléndidas referencias a Vitrubio y San Agustín (en su obra De ordine, sobre lo bello y en relación a su vez sobre la doctrina de la belleza en Platón) describe las líneas externas y la estructura interna del Monasterio (la biblioteca -otra joya artística-, las pinturas y simbolismo de la mujer), así como la monumental fuente del Patio de los Evangelistas.


Bataillon alude al comentario de Angelo Rocca sobre los frescos de la Capilla Sixtina de Miguel Ángel y cree que Sigüenza -y su maestro Arias Montano-, encargó a Pellegrino Tibaldi -al menos una buena parte- del proyecto decorativo de la Real Biblioteca del Monasterio de San Lorenzo del Escorial: <Los italianos "inteligentes y de buen gusto en el arte" que visitaron la biblioteca del Escorial dijeron que las pinturas de su techo que parecía que Miguel Ángel en persona hubiera venido a pintar esta sala y que "quita el deseo de ver el Juicio tan alabado que pintó en el Vaticano". Pero Sigüenza añade que Pellegrino pintó, en las alegorías de la Filosofía "diez figuras de varones desnudos, y sin ninguna deshonestidad, de lo que no se recató Miguel Ángel en su Juicio". Está presente aquí una exigencia -añade Bataillon-, un nuevo decoro de la contrarreforma, en el ámbito del arte religioso, que corresponde con la tendencia general moralizante. Se sabe que preocupó mucho a Tasso y que fue aceptada por Cervantes... En un extremo de la sala, triunfo de la Filosofía, en el otro, triunfo de la Teología. En el techo, siete compartimentos dedicados a las artes liberales>.

<Sigüenza dedica una página al humanista Nebrija, "nuestro Antonio de Nebrija", representado entre las glorias de la gramática: "Fue el padre de las buenas letras en España, como Petrarca en Italia". (Enlace BNE sobre Nebrija: https://www.bne.es/es/agenda/exposicion-antonio-de-nebrija). <También observa -prosigue Bataillon sobre Sigüenza- que se ha honrado a Séneca junto a Sócrates, Platón y Aristóteles, no porque fuera un filósofo de la misma envergadura, sino porque era español>. Bataillon realza las observaciones de Sigüenza: <Sobre la plena legitimidad de una síntesis de la Antigüedad profana con la Antigüedad sagrada, de la captación de la primera por parte de la cultura cristiana. No cabe duda que para él la poesía de los antiguos e incluso su mitología puede ser una especie de preparación evangélica... Para justificar la presencia de Homero y Virgilio en la biblioteca del monasterio, recuerda la consideración con la que los Padres de la Iglesia citaban a estos poetas: "Algunos han querido reprender que en esta librería hay mucho de esto poético y gentil y paréceles que en la librería no solo cristiana, más aun de convento de religiosos y jerónimos, no había de haber nada de esto, ni olor a cosa profana, todo había de ser figuras e imágenes de santos, historias del Viejo y Nuevo Testamento, sin mezclar Sacra profanis. Razón es de gente ignorante e hipócrita. A cada cosa se ha de guardar su decoro. Eso es para el claustro, sacristía, capítulos, coro y otras piezas propias del estado y de la observancia. Las librerías son apotecas (almacenes) y tiendas comunes para toda suerte de hombres y de ingenios>. Este lúcido planteamiento de Sigüenza lo confirma una obra de teatro de uno de los Padres de la Iglesia: <La pasión de Cristo> de San Gregorio Nacianceno. Obra dramática que contiene referencias a los trágicos griegos, cuya visión del mundo, superada por el cristianismo, abre una nueva esperanza para la humanidad redimida por la Resurrección de Cristo.


Lección 4.- El teatro heroico de Cervantes. El trato de Argel. Para Bataillon: <Resulta que Cervantes, al volver de su cautiverio de Argel, hace su entrada en la vida literaria con obras como El trato de Argel, La batalla naval, la Numancia. Obras de inspiración heroica que se suelen considerar representativas de un movimiento clásico o de tendencia clásica arrollada por el triunfo del gusto lopesco. De todos los géneros literarios, el teatro es el que exige más construcción y estilo. Ha sido por excelencia el lugar de las luchas entre clasicismo y libertad, entre gusto antiguo y gusto moderno. Casi podría decirse que, en tiempos de Cervantes y de Sigüenza, la querella de los antiguos y modernos se lleva a cabo entre los mismos genios. Es conocida la compleja actitud adoptada por Cervantes con respecto al gran viraje español que representa Lope en el teatro>. Cervantes busca <un teatro sin disparates> dice Bataillon y señala que en el Quijote (I,XLVIII): <Cervantes hace hablar a Don Quijote, amigo de los disparates de las novelas de caballerías, con un canónigo culto que echa de menos el teatro de gusto clásico... Es difícil negar que el canónigo expresa el pensamiento de Cervantes. Efectivamente, empieza por el elogio de Lupercio Leonardo de Argensola: Isabela, Filis, Alejandra. Estas comedias eran regulares y tenían éxito. Prueba de que el gusto del público no era malo o que es posible educarle>. Yo soy de la opinión de que Miguel de Cervantes nunca abandonó su vocación de dramaturgo a lo largo de toda su obra literaria.

Cervantes publica su propio teatro diez años después, Ocho comedias y ocho entremeses y, según Bataillon: <Lo que hace Cervantes es tomarse una especie de revancha al publicar comedias dejadas de lado (por los directores de teatro). En el prefacio, esboza una historia del teatro español desde un siglo antes para destacar, con orgullo irónico y melancólico, el papel que él mismo desempeñó en esta historia...Cervantes no siente la necesidad de reunir sus obras no representadas y las que tuvieron éxito entre 1580 y 1585...No son excelentes, pero es la única base que disponemos para su estudio>. Y luego añade otro hecho: <Cervantes se convierte en apologista del gusto teatral moderno, liberado de las exigencias de los antiguos...Pero hay que apresurarse a decir que Cervantes nunca pensó en escribir comedias o tragedias rigurosamente sometidas a las reglas, a las unidades aristotélicas. El clasicismo con el que soñó es un clasicismo español e innovador>. Luego hace una crítica de la obra de J. Casalduero, Sentido y forma del teatro de Cervantes, en concreto de El trato de Argel: <hace de ella una obra representativa de lo que llama el primer barroco, arte de la Contrarreforma de la época de Felipe II...El trato de Argel, es la vida que llevan en Argel, la vida dolorosa y heroica de los esclavos cristianos que esperan su liberación. Casalduero destacó -prosigue Bataillon-, me parece muy acertadamente, que esperan su libertad primero del Rey de España, de una acción naval victoriosa contra Argel, que en el desenlace les vendrá la caridad pública, de la que son mandatarios los redentoristas>. Bataillon, a renglón seguido, dice que <se trata de uno de los dramas más desgarradores, tal vez el más angustioso para el destino de la cristiandad de entonces, cosa que, en mi opinión, Casalduero no ha visto del todo... Da la impresión de que le dice (a Cervantes): "¡Tampoco hace falta exagerar el peligro musulmán! El enemigo número uno, es el inglés. No tiene sentido exigir a Felipe II, que sabe lo que hay que hacer, un esfuerzo considerable contra el nido de piratas de Argel">.

Recomendamos la espléndida conferencia: <Sentido y forma de la obra cervantina: El teatro de Cervantes>, de Joaquín Casalduero en la Fundación Juan March, el 12 de febrero de 1980, presentado por Andrés Amorós. Igualmente pueden escuchar, <El Quijote de 1605>, <El Quijote de 1615> y <El Persiles>. Pinchar el enlace en la imagen.


Lección 5.- La Numancia. Quisiera señalar un aspecto importante para los lectores y es su dimensión pedagógica, pues Bataillon inicia cada capítulo resumiendo las ideas principales del anterior. Ahora analiza la Numancia, ya en el capítulo anterior al hablar de las figuras morales la Ocasión y la Necesidad de El trato de Argel, cita el prólogo de Cervantes de “Ocho comedias, y Ocho entremeses, nuevos, nunca representados”: <Mostré, o, mejor decir, fui el primero que representase las imaginaciones y los pensamientos escondidos del alma, sacando las figuras morales al teatro>. Y esto es decisivo porque en esta obra aparecen muchas figuras morales, por ejemplo, para Bataillon: <Casalduero nos dice que los dos discursos sucesivos de España y del Duero -lamento y profecía- exponen una especie de filosofía de la historia de España vista por la época barroca ("el concepto histórico de la época del Barroco"): <La edad antigua, con su característica división de estados-ciudades y su dependencia del extranjero, fenicios, griegos, romanos; y la moderna, que empieza con los godos, quienes vengarán a España de los romanos y de la misma Roma, por dos veces, (conde de Borbón, duque de Alba) en manos de los españoles>. Bataillon piensa que la realidad es mucho más simple: <El drama que se representa en la Numancia vencida por Roma, de España perdiendo su independencia en el Imperio romano. Cervantes sólo está resentido contra Roma>.

Reflexiona Bataillon sobre "la muerte por hambre" de los numantinos: <Todo el drama descansa sobre el tema que Casalduero llama "muerte-vida": la muerte inevitable transformada en muerte deseada, en muerte buscada. O sea por el foso o por la muerte// de abrir tenemos paso a nuestra vida; dice uno de los numantinos que deliberan al principio de la obra. La muerte puede ser una solución satisfactoria a una situación desesperada. España tiene que renacer de las cenizas de Numancia. Su muerte conduce a la verdadera vida. Numancia consigue superar su destino al querer su muerte inevitable>. Y añade: <En ningún momento, dijo Cervantes que su obra fuera una "tragedia". Alude a su Numancia entre sus Comedias de juventud. El único manuscrito conservado se titula Comedia del cerco de Numancia. Somos nosotros quienes tenemos tendencia a llamarlo "tragedia" para destacar la diferencia como la comedia lopesca, y porque en esta obra, como en la Isabela de Argensola, todos los protagonistas, todos los que les rodean, mueren trágicamente, uno tras otro>. Para Bataillon: <Cervantes quiso dar a España una doble grandeza que podría llamarse histórica y geográfica. Es la tierra española y es la Patria ideal, un poco como esta Patria a la que Lucano hace hablar, en la Farsalia, a orillas del Rubicón, para advertir a César....


Para Bataillon en la Numancia: <No hay estructura trágica, en el sentido que lo entienden los preceptos aristotélicos. La unidad de tiempo se reduce a cierta concentración en el tiempo. El lugar de la acción se desplaza a un espacio restringido, entre el campo Escipión y el interior de Numancia...Las mujeres piden que se le dé la muerte si los hombres intentan una salida arriesgada que le dejaría a merced del vencedor, todo es heroísmo. Solo hay un lugar para un amor puro, generador de actos heroicos>.(Menandro y Lira). Y al referirse a los dramaturgos de la época de Felipe II dice Bataillon que: <Explotaron el valor estético de su alternancia en el drama. En gran medida, esto se explica por el deseo de Argensola, de Cervantes, de hacer de la comedia seria y noble, que en cierto modo rivalizara con el teatro clásico de los antiguos. Concedieron al endecasílabo un lugar muy superior al que, finalmente le corresponderá en la comedia lopesca. El endecasílabo ocupa cerca de la mitad de la versificación de El trato de Argel, cerca de tres cuartas partes de la Numancia, obra de resonancia épica>. Por último, habla de <la Guerra que invoca a sus compañeras:

Hambre y Enfermedad, ejecutoras

de mis terribles mandos y severos,

de vidas y salud consumidoras,

con quien no vale ruego, mando o fueros.


Nos estamos acercando a la comprensión de la armonía fundamental sobre la que se construye esta obra de resonancia épica, de sentimiento español, de estilización grecolatina. La consideraría incluso como una obra típica de estilo "Felipe II", lo cual, en el orden literario, se parece en cierto sentido a la noble inspiración, clásica y española a la vez, del Escorial>.


Lección 6. El género pastoril y el Barroco. Bataillon recrimina a Casalduero que, "empeñado en interpretar a Cervantes como un representante de la edad barroca", excluya de su estudio a La Galatea. Y niegue el carácter renacentista del discurso de la pastora Marcela en su desencuentro con el desesperado Grisóstomo en el Quijote. Cita El pensamiento de Cervantes de Américo Castro, "el primero en atribuir al gusto pastoril del Renacimiento un alcance filosófico, y además bastante importante". Bataillon también alude a M. Casella que "analizaba La Galatea y el Quijote como manifestaciones de un Renacimiento que era la prolongación pura y simple de la Edad Media. Encontraba en estas obras una filosofía y una estética platonizantes, es cierto, pero en conjunto fieles al agustinismo medieval>. Bataillon destaca que Castro consideró a Cervantes "precursor del pensamiento moderno" (aunque luego renunció a ella) y nos advierte de: <lo peligroso que resulta querer encontrar en una obra literaria como la de Cervantes más filosofía especulativa de la que contiene. Y eso nos muestra también la escasa consistencia que tiene las nociones de las que abusamos: medieval, renacentista, moderno>. Bataillon alude de nuevo a Castro para quien: <Cervantes no ironiza lo pastoril ni lo toma a broma en el Quijote... No había hacerlo, sin embargo, porque la maravillosa muchacha descansaba sobre la última intuición de lo humano, en lo cual se basa todo el Quijote: "Yo nací libre, y para vivir libre escogí la soledad de los campos". Y prosigue Bataillon: Tenemos que volver sobre esa libertad de la pastora Marcela que, según Castro manifiesta una intuición fundamental de Cervantes sobre el mundo humano...Creo que si acertamos a comprender la actitud de Cervantes frente al género pastoril, descubrimos en este episodio del Quijote una quintaesencia de pastoralismo, y no una condena del género pastoril, como le gustaría a Casalduero, prisionero de la idea a priori sobre la oposición del Barroco y el Renacimiento>.


Lecciones 7.- Las Novelas Ejemplares. En la séptima Bataillon lamenta la falta de referencias cronológicas, puesto que las doce novelas se publican en 1613: <Sólo se menciona una en la primera parte del Quijote: Rinconete y Cortadillo, de la que Cervantes se sentía orgulloso>. Después alaba la fórmula acertada de W. J. Entwistle: <Laboratory>. <Yo soy el primero que ha novelado en lengua castellana>. <Estas historias cortas vinculan a La Galatea de 1585 con el Persiles de 1617, y de ellas salió el Quijote>. Y no podía faltar la fórmula de J. Casalduero en, Sentido y forma de las "Novelas Ejemplares": <Las doce novelas son doce maravillas, una maravilla completa>. Y contrasta su tesis con el polo opuesto: <Un buen hispanista inglés Atkinson, de Glasgow, acentúa más que nunca la diversidad, la desigualdad, la incompatibilidad patente de las Doce novelas... Atkinson se convenció de que Cervantes, artista tan consciente, despertó la conciencia artística y a la voluntad de creación innovadora gracias al encuentro de la Philosophia antigua poética del Dr. Alonso López Pinciano, publicada en 1596>. Un libro capital que debió influir en Cervantes al decir en su Viaje al Parnaso: <Las ficciones que no tienen imitación y verosimilitud no son fábulas, sino disparates>. Pues para Pinciano: <Hay dos deleites en la Poética: uno es el de la imitación, y el otro el que puede nacer de la doctrina>. Por esta razón, para Bataillon: <La verdadera creación cervantina, que no tiene nada que ver con el espíritu moralizador de la Contrarreforma, es la de las siete novelas que refieren a la vida real, a situaciones individuales o sociales que interesan a todo lector reflexivo -que tenga "a bearing of life" (fórmula que repite Atkinson)>. <La gran división entre las novelas antiguas y las novelas verdaderamente ejemplares, es el encuentro, hacia 1597, con el libro de Pinciano>. Bataillon va desvelando poco a poco el tránsito del Renacimiento al Barroco.

Y tras una síntesis de La española inglesa, dice Bataillon: <Y Cervantes concluye con esta moraleja, un tanto plana: "Esta novela nos podría enseñar cuánto puede la virtud y cuánto la hermosura, pues son basante juntas y cada uno de por sí enamorar aun hasta los mismos enemigos, y de cómo sabe el cielo sacar de las mayores adversidades nuestras, nuestro mayores provechos>. Y pone un bello ejemplo: <El conde de Leste, nombre deformado en el que se quiere leer el del conde Essex, cuando saquea Cádiz, al principio de la novela, se apodera de los bienes de los españoles pero da la orden de respetar a las personas: "se contentaba con las haciendas y dejaba libres a las personas">. Por último, hace referencia al valioso estudio que Rafael Lapesa dedicó a La española inglesa, en desacuerdo con lo dicho del Persiles anteriormente, ni la datación del saqueo de Cádiz en 1587: <Con mucha sutileza, Lapesa plantea el problema de esa novela bajo su verdadera luz al decir, como lectores cultos y especialistas, nuestra tarea consiste en comprender ateniéndonos a su época las obras que hoy nos decepcionan. Calar sus intenciones, sentir su belleza -también las hay en La española inglesa- sin por ello exaltarlas por encima de las que atraviesan los siglos triunfalmente. Lapesa distingue con acertada precisión las obras de Cervantes, es decir creación, y las que son literatura, sometidas a gustos y a ideologías de época... Para comprender la gestación de La española inglesa -prosigue Bataillon-, hay que comprender la evolución de los sentimientos de Cervantes, tanto en el plano estético como en el plano moral y político>.

Lección 8.- Las Novelas Ejemplares consideradas como una construcción literaria barroca. Aquí critica a Casalduero se fija en la idea de que las Novelas Ejemplares forman "un todo orgánico". Para Bataillon: <En esta teoría de la vida, La gitanilla se encuentra en el polo opuesto que Casalduero llama "mundo ideal": <La gitanilla es la obertura, que expone al mismo tiempo el alto ideal de vida y el alto ideal poético que han de regir el mundo de la Contrarreforma>. En el polo opuesto, encontramos El coloquio de los perros, obra que por su claroscuro y sus descripciones de bajos fondos se opone a la luminosidad alegre de La gitanilla, y que arrastra en su torrente la multiplicidad y las impurezas de la vida social>. Así Casalduero, según Bataillon, trasluce una idea de la literatura del Siglo Oro y de las novelas "organizándose entre esos polos, mundo ideal, mundo social". Y trae a colación un artículo memorable de Dámaso Alonso, "Escila y Caribdis de la literatura española", contra <la tendencia a no ver otra cosa que lo que él llamaba los valores realistas de la literatura española, tendencia que lleva, sobre todo a los extranjeros, a desfigurar esta literatura. El secreto del Renacimiento español, decía, y en consecuencia, el Siglo de Oro, consiste en ser una síntesis de elementos opuestos, unos populares, otros aristocráticos. De ahí la importancia del Quijote. Hablaba de la polaridad que define la esencia de la literatura española: "Esta no se puede definir por la línea del popularismo-realismo-localismo, ni tampoco por la de la selección-antirrealismo-universalidad", sino por el contraste, por la polaridad de ambos>. Para Bataillon: <Lo más desconcertante es saber qué tiene que ver El licenciado vidriera y La fuerza de la sangre con la metafísica del pecado original>, según Casalduero: <A El licenciado vidriera le convenía esa amplitud de gran aventura, mientras que a La fuerza de la sangre le conviene ese carácter social, pues esta trata del pecado original, no como pecado de la inteligencia, sino de los sentidos, del sexo, del afán de posesión>. Bataillon concluye: <El abuso de la ideología no solo mata el sentido de lo novelesco, sino que mata el sentido justo del esfuerzo de arte por el cual Cervantes es Cervantes, es decir un creador original de novelas, incluso de sus obras consideradas secundarias>. Estamos totalmente de acuerdo con este vital argumento de respetar al autor.

Lección 9.- El coloquio de los perros. Para Marcel Bataillon: <El orden, la mesura, la disposición ingeniosa, eso es lo que Cervantes ha puesto en esa organización tan hábil de los episodios del Coloquio>. Cervantes: <quiso unas veces sugerir que el apólogo tenía el valor general alegóricamente aplicable a personajes distintos de los que están en escena; otras, quiso mostrar el escollo de la sátira malintencionada en la que con tanta facilidad pueden caer los perros que critican la sociedad de los hombres, como hacían los filósofos cínicos, así llamados por adoptar una actitud canina; y otras, quiso sugerir que esas moralejas podrían convertirse fácilmente en moralinas interminables y superfluas, como las de las novela picaresca, temas de predicación: "Todo es predicar", dice uno de los perros al otro, que enseguida le devuelve la pelota>. <Y en resumidas cuentas, sirve de todas formas para algo: para realizar el artificio y la maestría del novelista; para proclamar que aquí los perros hablan en virtud de la soberana fantasía de Cervantes, que aquí no hay otro secreto que un secreto de arte, que lo novelesco no es ignorado, sino superado. A todo esto rinde homenaje el licenciado Peralta cuando entrega su manuscrito al alférez Campuzano diciéndole que el coloquio "aunque sea fingido" está bien compuesto, y que interrumpiendo cualquier nueva discusión sobre si los perros del Hospital de Maudes han hablado o no, concluye: "yo alcanzo el artificio del coloquio y la invención, y basta">.


Lección 10.- Don Quijote y el Barroco. Para Bataillon se puede decir <que el Quijote se alza en el umbral de la literatura moderna como la primera gran novela europea moderna, y como una transfiguración de la novela medieval de aventuras, de la novela de caballerías que satiriza y niega>. Cita a Hegel y su visión de Don Quijote en su Curso de estética (Berlín, 1820), autor que pasaré por alto como otros por no extenderme. Respecto a la vida de Cervantes escribe Bataillon: <La idea más precisa de una coincidencia entre el destino personal de Cervantes y el destino de España, y la idea de explicar por esta conjunción la concepción del Quijote, la veo expuesta, dos años antes del libro de Casalduero (Sentido y forma del "Quijote"), en el muy penetrante artículo de Francisco Ayala sobre "La invención del Quijote", en Realidad, de septiembre-octubre de 1947 (lean el artículo aquí: https://ahira.com.ar/ejemplares/realidad-no-5/). "Así", concluía Ayala, después de haber expuesto paralelamente la vida de Cervantes y el drama de la España de la segunda mitad del siglo XVI: <"así, la conjunción de la suerte individual del poeta con el destino de la comunidad española le habilitó para inventar esa criatura mítica de cuño absolutamente nuevo, pero cuya revelación había de tener una fulminante eficacia">. Añade Bataillon unas palabras del historiador del arte Camón Aznar: <Don Quijote puso todas sus posibilidades heroicas en luchar contra su tiempo. Lo niega y lo quiere sustituir por el de sus teorías. Es el único paladín que atraviesa la Historia enristrando a todo un siglo. Y es así como podemos considerarlo como el símbolo más perfecto de la España de su época, que niega su tiempo y aspira a sustituirlo y, en parte, lo consigue con doctrinas de vigencia medieval... y el barroco adquiere aquí un carácter nacional por esta inspiración en el pasado. Reflorecen romances y leyendas. Y es en el teatro donde se convive una ilusión ajena a las auténticas preocupaciones de su tiempo y fundada en siglos a los que poetiza en la lejanía. Es por esto el teatro de Lope, nidal de todas las gloriosas idas, el que cancela el estilo trentino de acento universal y abre el período, ya francamente barroco, de perfil nacional en su teología, en sus hazañas y en sus valores formales>.

El historiador José Antonio Maravall, autor de una obra señera del cervantismo, <Utopía y contrautopía en el Quijote> (reedición en 1976 de, El humanismo de las armas en Don Quijote, de 1948 con prólogo de Ramón Menéndez Pidal), se la dedica: "Al profesor Marcel Bataillon, maestro ejemplar en la investigación histórica y generoso en la amistad". El propio Bataillon lo comenta: <Cervantes ha hecho con el Quijote el libro de la literatura española que más se parece a una Utopía. Maravall llega a escribir: "Sin necesidad adscribirse a la tesis erasmista, no cabe duda de que en su genial creación de Don Quijote alienta un colosal aliento reformador... Pero la utopía que se encuentra en el Quijote, y este es el descubrimiento de Maravall, no es la de Sancho, es la de su amo, la que denomina el "humanismo de las armas". Naturalmente, el humanismo fue pacifista, sobre todo el humanismo cristiano. Sin embargo, en sus sueños de gobierno perfecto, de justicia y de felicidad universales, admite que la guerra puede ser un medio para hacer que reine la paz... El gran interés del libro de Maravall radica en que estudia el Quijote como obra de un humanista soldado y sobre todo- y es lo que resulta muy novedoso- en que vuelve a situarlo en el seno de una literatura española de reflexiones sobre la guerra, sobre la ética, sobre la misión del guerrero, por no hablar de toda la literatura política española que Maravall conoce tan bien>. Así se refiere Bataillon al capítulo final de Maravall, "La novela de caballería como método utópico": <Y ahí es donde matiza esa idea... según la cual la novela de Cervantes, lejos de ser una negación de las novelas de caballería, es la última de ellas, el broche final al género>. Lo crucial para Bataillon no es un modelo abstracto del mundo ideal como la Ciudad del sol de Campanella, sino que Cervantes: <Crea una figura humana insertada en lo real (cita a Maravall): "Por eso su utopía, lejos de parecer una construcción geométrica, no es sino drama de una existencia humana, con todo lo que de impuro, imperfecto, doliente, hay en ella, porque para el sentimiento cristianísimo e inmediato al barroco Cervantes, la perfección humana se alcanza a través del dolor y aun del fracaso>. Toda una lección de humanidad que sigue vigente, sin duda, en nuestro mundo global.

Lección 11. El Quijote y el Barroco, la estructura. Para Bataillon el análisis de J. Casalduero es poco fecundo y perjudicial: <El error fundamental se encuentra desde las primeras líneas (Sentido y forma del Quijote) en estos términos: "Cervantes ha sido quien ha definido con más exactitud la composición barroca: Orden desordenada... de manera que el arte, imitando a la Naturaleza, parece que allí vence>. Y apostilla: <Lo que parece más catastrófico en esta concepción que rige el análisis del primer Quijote por parte de Casalduero es el postulado de que, cuando empezó a escribir su novela, Cervantes tenía todos los elementos, en cierto modo, prefabricados, como un arquitecto que reuniera todos los materiales ante de construir, y que los colocó intencionadamente desordenado... porque el barroco no se lo permitiría de otra manera>. Bataillon alude a Camón Aznar que ve a Don Quijote y a Sancho como víctimas de las burlas del Duque y la Duquesa, y como héroes en un mundo quijotizado. <Y observa: "es probable que el primer quijotizado haya sido Cervantes"... Recuérdese cómo Flaubert se bovaryzó mientras escribía Madama Bovary. Cervantes no era un neurópata como Flaubert. Pero no pudo llevar en su seno una criatura de la enorme envergadura de la pareja Quijo-Sancho sin quedar profundamente impregnado por ella, y sin hacer del quijotismo, considerado a la vez como burlas y veras, una visión del mundo>.


Tras las críticas (sobre todo a Casalduero), me parecen muy constructivas la palabras de Bataillon: <Casalduero y Camón Aznar tienen razón al ponernos en guardia contra el psicologismo a la falsa luz del cual los modernos han querido interpretar lo que llaman la evolución de Don Quijote, sobre todo en la segunda parte. Don Quijote no es un estudio del alma, pero tampoco es la expresión involuntaria de la ideología de una época. Somos nosotros, profesores de historia y de literatura de los siglos XIX y XX, quienes damos ese sentido porque nos parece. Don Quijote es ante todo una creación voluntaria y libre de la fantasía de Cervantes>. Creo que tiene toda la razón del mundo.


Lección 12. Persiles y Sigismunda. El lugar de la inspiración de la Contrarreforma en la obra de Cervantes. Esta obra póstuma de Cervantes tiene un denominador común entre los críticos literarios, escribe Bataillon: <Pues todo el mundo está de acuerdo en que el Persiles, que se atreve a rivalizar con Heliodoro, es la obra de Cervantes que mejor expresa la ideología literaria de Pinciano (Filosofía antigua poética), gran admirador de la novela de Heliodoro>. Hay una espléndida reflexión de Bataillon: <Hay en el prólogo del Persiles un cabo suelto, o como dice Cervantes, "un hilo roto", un lamento por no haber podido dar explicaciones dque tal vez fueran necesarias. Es el momento en que el estudiante se despide de Cervantes en las puertas de Madrid:

<En esto, llegamos a la puente de Toledo, y yo entré por ella, y él se apartó a entrar por la de Segovia.

Lo que se dirá de mi suceso, tendrá la fama cuidado, mis amigos gana de decilla, y yo mayor gana de escuchalla.

Tornéle a abrazar, volvióseme ofrecer, picó a su burra, y dejóme tan mal dispuesto como él iba caballero en su burra, a quien había dado gran ocasión a mi pluma para escribir donaires; pero no son todos los tiempos unos: tiempo vendrá, quizá, donde, anudando este roto hilo, diga lo que aquí me falta, y lo que sé convenía.

¡Adiós, gracias; adiós, donaires; adiós, regocijados amigos; que yo me voy muriendo, y deseando veros presto contentos en la otra vida!>.

Ese hilo roto -prosigue Bataillon- que el moribundo esperar volver a traer al mundo o en el otro, podemos imaginar con toda verosimilitud que habría unido el encuentro del estudiante no con una disertación ex-cátedra sobre la nueva experiencia literaria de Cervantes, sino en algunos donaires llenos de humor y sensatez sobre el peregrino andante del Persiles que tanto camino había hecho pare venir a encantar a los españoles después del caballero andante de la Mancha>.

Para Bataillon: <Por primera vez, nos encontramos ante una obra cervantina cuya inspiración es devota a la que vez que novelesca....vemos de manera muy clara, en una obra de envergadura, esta glorificación del catolicismo que ya nos ha llamado la atención la atención en La española inglesa, novela muy finamente analizada por Lapesa como pariente próxima del Persiles... Cervantes se ha convertido en un escritor devoto en torno a 1609, cuando entre en la nueva cofradía de los Esclavos del Santísimo Sacramento (pocos mese antes que Lope de Vega). Las partes liminares del libro póstumo sitúan muy claramente Persiles en un ambiente de devoción militante>. Y como prueba, además de elogios a Cervantes de varios poetas, pone un bello ejemplo del estudio de Antonio Vilanova, "El peregrino andante en el Persiles de Cervantes": <Héroe novelesco de la Contrarreforma, el peregrino andante inyecta a la pura ilusión humana del peregrino del amor, la aspiración trascendente, ultraterrenal, del caballero peregrino>. Bataillon traza la trayectoria del caballero cristiano a través de varias obras, entre ellas: <el modelo de hombre que propone Erasmo en su famoso Enchiridion, su tratado moral y religioso que ejerció la influencia más profunda en España>. Las aventuras de la obra pone a prueba a su virtud. <Los trabajos de Persiles y Sigismunda. Historia Septentrional. El interés de esta continuidad literaria e ideológica está en que nos libra de los falsos cortes entre Edad Media, Renacimiento y Contrarreforma. Vemos que hay una continuidad entre el ideal cristiano de la Edad Media y el de la Contrarreforma, no por encima de la supuesta ruptura con el Renacimiento, sino a través de la corriente puritana del humanismo cristiano, el de Erasmo, el de sus discípulos como Vives y Juan de Valdés>.


Aquí, destaca Bataillon, los protagonistas no son "peregrinos del amor profano" como en Lope, sino que Persiles, Sigismunda, o Periandro y Auristela, son peregrinos del amor: <Peregrinos que siguen un camino bastante seguro a través de las aventuras desde las umbrías y bárbaras regiones nórdicas hasta la Roma de los Papas. Pero hay que señalar que Cervantes exalta no el triunfo del catolicismo sobre el protestantismo, sino e triunfo del cristianismo sobre el paganismo y la barbarie...La verdad es que lo que se llama Contrarreforma es esencialmente una reforma, mucho más que una lucha contra la herejía, una lucha contra el paganismo interior y exterior, una reforma cristiana que pretende fortalecer espiritualmente al cristianismo contra las amenazas del mundo no-cristiano. Eso es lo que representa Roma para Cervantes>. Efectivamente, el itinerario de los peregrinos del Persiles <lleva a los peregrinos a Roma por la Europa meridional pasa por el monasterio de Belem en Lisboa, y por el santuario de la Virgen de Guadalupe de Extremadura>. Me viene a la memoria del libro de Aurora Egido, Por el gusto de leer a Cervantes, el espléndido capítulo sobre "Poesía y Peregrinación en el Persiles: el templo de la Virgen de Guadalupe y Los trabajos en el Persiles; que recomiendo vivamente a los lectores.


Lección 13.- La arquitectura literaria del Persiles. Bataillon alude a Cervantes quien dice sobre el Persiles que: "se atreve a competir con Heliodoro", y a la vigencia en el siglo XVI de la preceptiva literaria de la Poética de Aristóteles del estudio citado de Vilanova: <Desde hacía mucho se había observado que la Filosofía antigua poética de Pinciano, expresión española original de esa preceptiva, manifestaba un gran interés sobre Heliodoro y estimaba que, después de todo, este tipo de novela era muy comparable a la epopeya>. Además, Vilanova, prosigue Bataillon: <Ha destacado mejor que nadie en España, que Teágenes y Cariclea, pareja de peregrinos andantes, están emparentados moralmente y como héroes de aventuras, que son para ellos pruebas (trabajos), con Eneas y Ulises, que la Eneida y la Odisea son los primeros modelos de novela de aventuras occidental... Y sobre todo, iluminando la tesis del Pinciano con acercamientos muy instructivos a los Discorsi del poema eroico de Tasso, dentro del espíritu cristiano, quiso renovar el poema heroico, la epopeya erudita, escribiendo la Jerusalén liberada>. Ésta, en mi opinión, influye en la obra teatral La conquista de Jerusalén de Cervantes, según Stefano Arata. Bataillon aborda en el Persiles el tema de los celos -una constante narrativa de Cervantes vigente-, a propósito del Celoso extremeño y otras alegorías que provocan al lector para que adivine por su cuenta los misterios que le plantea Cervantes. Y pone el ejemplo (Libro II, cap. 15) de Auristela: "Mi hermano ha contado su sueño de tal manera que empezaba a hacer dudar si lo que decía era verdadero o no". ¿Verdad? ¿Ficción?>. Esa es la cuestión: Cervantes implica siempre, personalmente, a los lectores y esa es una de la razones por la que es un clásico universal.


Lección 14.- Estilos y ambiciones de la literatura en Cervantes. En este capítulo final son muy interesantes las reflexiones filosóficas y literarias de Marcel Bataillon, por ejemplo, al hablar del manierismo barroco <la metafísica cristiana, no se renueva entonces, sino que continúa porque el Renacimiento, contrariamente a las simplificaciones elementales sacadas de Burkhardt, nunca puso esa metafísica en peligro. Por lo tanto, no ha sido preciso un contra-Renacimiento para devolver la vida a la metafísica cristiana, que no estaba muerta. Por el contrario, la reforma religiosa, de la cual la revolución protestante fue solo un aspecto, tuvo como efecto liberar a esa metafísica de su ganga escolástica, de hacer accesible al gran público, a la vez que la renovación de la educación provocada por el humanismo desarrolla el deseo de una cultura religiosa que alcanzaba a capas de la población habían vivido durante siglos con una fe ingenua>. Dada mi condición de aficionado a la literatura y profesor de filosofía, les invito a leer las tres entadas de nuestro blog sobre las Novelas Ejemplares y el Persiles, ésta en la edición de Juan Bautista Avalle-Arce que contiene muchas referencias a Platón y Aristóteles. Por último, no olvidemos que es, precisamente, en esta obra en el capítulo sexto del libro segundo donde Cervantes escribe: "Todos tenían que comunicar sus pensamientos... en el diálogo con Sinforosa, respondió Auristela: "Mi hermano Periandro es agradecido como principal caballero, y es discreto como andante peregrino: que el ver mucho y el leer mucho aviva los ingenios de los hombres".


Todo mi agradecimiento a los lectores que, con paciencia, han leído mi recensión sobre una obra maestra del cervantismo que recomiendo de todo corazón: Cervantes y el Barroco de Marcel Bataillon.

José María Callejas Berdonés, profesor emérito de filosofía de instituto.

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